Y los pastores vivían en los campos cercanos, cuidando sus rebaños por la noche.
Lucas 2:8
FOMO, son las siglas en ingles que representan el temor a perderse algo. FOMO es un estrés que surge del termor a que otros se diviertan más que nosotros, a que nos perderemos algo bueno o que no recibiremos una invitación a un evento divertido. Los estudios han demostrado que este temor es real y puede afectar incluso la salud de las personas.
Como me encanta estar en casa, no sufro mucho de FOMO, pero hay algunos eventos que odiaría haberme perdido. Por ejemplo, el Evangelio de Lucas nos cuenta que por la época en que nació Cristo, un grupo de pastores que cuidaban sus rebaños por la noche recibieron la increíble noticia de que había nacido el Salvador del mundo.
¿Notaron que la Biblia no dice que los ángeles dieron la noticia a todos los que estaban en esas colinas? Sólo dieron la gran noticia a los que velaban de noche. Muchas más personas habrían podido escuchar la noticia durante el día, pero Dios decidió dársela sólo a aquellos pastores responsables que eligieron mantener seguras a sus ovejas durante la noche.
Mateo 24:42 nos pide que estemos alerta y velando porque no sabemos cuándo vendrá nuestro Señor por nosotros. Amigos míos, es fácil enredarse en las preocupaciones de este mundo y olvidar que, de hecho, la Iglesia de Jesús debería estar esperando Su segunda venida. Predico contra el temor, pero estoy dispuesta a hacer una exención. Un poco de FOMO sobre el regreso de Jesús le vendría bien a la Iglesia.
En esta próxima temporada navideña, en lugar de enseñarles a nuestros hijos a velar por Santa, ¿por qué no nos tomamos un tiempo para enseñarles a velar por Jesús? Es fantástico que celebremos el nacimiento de Jesús siempre que recordemos por qué Jesús nació. Recuerden que la buena noticia no era sólo que Él había venido. También celebramos por qué vino y que Él regresará.
Les garantizo que muchos pastores en esas colinas de Israel no pudieron escuchar las nuevas de gran gozo de los ángeles porque estaban durmiendo. Mientras decoramos, cocinamos y celebramos con nuestros seres queridos esta Navidad, vigilemos y oremos por la segunda venida del Señor. La segunda venida es un evento que todos deberíamos temer perder.
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